Claudia Mañas fue una de las invitadas a las charlas de los jueves de la asignatura de Gabinetes de Comunicación. Nos habló principalmente de todo lo que abarca una startup, es decir, una empresa emergente, y todas las ventajas y facilidades que conlleva para empezar en el gran mundo de las empresas.
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Una startup, como ya mencionado, es una empresa (o negocio) emergente, es decir, de nueva creación, que surgen de una idea innovadora y que presenta grandes posibilidades de crecimiento y comercializa productos y servicios a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Normalmente, por tanto, están directamente relacionadas con el desarrollo tecnológico como, por ejemplo, una startup podría ser un negocio sobre la creación de un accesorio tecnológico.
La idea inicial al sumergirse en una startup no es la de conseguir en ella un trabajo fijo, sino todo lo contrario. Una startup se lleva a cabo con la idea de crear un negocio temporal para ir probando y así encontrar un modelo de negocio personalizado y ajustado para llevar a cabo después. La idea puede funcionar o no, lo bueno en este punto es que, al tratarse de una empresa tan pequeña, las inversiones puestas en ella no son muy grandes.
En cuanto al funcionamiento y organización de una Startup, tienen una estructura bastante distinta a la de los negocios tradicionales. Es decir, está compuesta por pocas personas las cuales están especializada en distintos campos (marketing, investigación, etc.) Son a su vez mantienen un contacto directo con sus clientes, apoyándose fundamentalmente en las tecnologías e internet. En las startups es muy importante este aspecto, el trato con el cliente puesto que, al tratarse de un negocio tan pequeño, no hay presupuesto para darse a conocer a gran escala y a corto-medio plazo.
Algo importante a tener en cuenta también sobre este tipo de negocios, es su financiación. Existen los llamados “Business Angels”, inversores privados, los cuales facilitan capital, experiencia y una red de contactos al emprendedor, con la condición de ser parte del negocio. Estos, normalmente suelen invertir algo de dinero en varias startups confiando en que alguna tenga éxito y pasen a formar parte de un gran proyecto. Además de estos, por supuesto, existen ayudas de prestamistas convencionales, como bancos o instituciones estatales.
En España, el número de startups asciende de las 23 mil, según asegura un estudio realizado por D&B, y un 5% de esa cifra han sido las que han conseguido el éxito. Entre las startups españolas más conocidas a nivel social nos encontramos con Heura Food, Frehsly Cosmetics o Platanomelón, todas ellas superando los 15 millones de euros.
Por tanto, analizando todos los aspectos, sin duda una startup es una gran oportunidad para comenzar en el mundo de los negocios.
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